Consejos para desarrollar la psicomotricidad en los niños.

La psicomotricidad es una técnica que a través de ejercicios corporales, trata de potenciar, instaurar y/o reeducar la globalidad de la persona, aspectos motores, cognitivos y afectivos. La psicomotricidad se usa como técnica para los niños basándose en la relación que existe entre el desarrollo cognitivo (mente y recuerdos) y motriz (cuerpo), es decir que cuando estimulamos la psicomotricidad, todos los movimientos que se realiza con los niños deben de estar dotados de un significado.

Las técnicas que estimulan la psicomotricidad son importantes porque pretenden que los niños, mientras se divierten, desarrollen y perfeccionen todas sus habilidades motoras básicas y específicas, promover la interacción social con sus compañeros y fomentar la creatividad, la concentración y la relajación. Las técnicas que potencian y trabajan la psicomotricidad en la primera infancia, permiten la estimulación del desarrollo motriz, cognitivo, comunicativo y afectivo, ya que a través de ellas los niños crecen, juegan y aprenden mediante su relación con los demás y por medio del movimiento. La psicomotricidad busca el desarrollo de la imaginación, el placer por el juego, la improvisación, la espontaneidad y la creatividad. El resultado es un enriquecimiento de las actividades cotidianas y del crecimiento personal.  A través de la psicomotricidad, los niños obtienen un desarrollo físico adecuado: el crecimiento saludable del cuerpo, la seguridad en su dominio, el mantenimiento de la flex

Los juegos son importantes en el desarrollo de la psicomotricidad porque desde el nacimiento hasta los 5 años es la etapa en la que se puede dar mayor motivación a los niños y las niñas para que obtengan un desarrollo integral.  Esparza (2014) considera que la psicomotricidad se trabaja a través del juego, usando técnicas que nos posibiliten estimular las destrezas motoras, expresivas y creativas del niño y a través de estas acciones el niño desarrollará el control de sus movimientos, la coordinación, el equilibrio y la orientación.  Al realizar los juegos de psicomotricidad el niño descarga su impulsividad, natural en ellos que aún no saben controlar sus emociones, permitiendo así un equilibrio afectivo.  También es la mejor forma para que conozca su cuerpo y sus posibilidades de movimiento, además de desarrollar la atención, concentración y seguimiento de órdenes, importantes para la adquisición de los aprendizajes.

 • Brinda un conocimiento completo al niño de lo que es su cuerpo y a su vez enseñar al niño todas las acciones que puede realizar con el mismo.   • Da a conocer al niño tanto lo que representa una postura activa, como también una pasiva y todo lo que representa el cansancio a nivel muscular en su cuerpo.   • Permite al niño descubrir todo lo que representa a nivel sensorial la relación que existe de su cuerpo con respecto al entorno que lo rodea.   • Apoya y refuerza todas las áreas motoras en las que el niño presente problemas con respecto al desarrollo de ciertas actividades en donde se implica la destreza.

La moticidad interviene en distintas partes de nuestro cuerpo y depediendo de las partes que se encuentre involucradas, se pueden clasificar en: motricidad gruesa y motricidad fina. La motricidad gruesa alude a la coordinación general y a los movimientos más amplios; la motricidad fina, a los movimientos que requieren mayor destreza y precisión. A lo largo del desarrollo del cuerpo y la mente, la motricidad fina se consigue después de la motricidad gruesa, ya que demanda una adecuada coordinación de las acciones que ejecutan diferentes grupos de músculos. 

La psicomotricidad del niño y niña desde su nacimiento y a lo largo de sus primeros años de vida se corresponde con años vitales para que sus potencialidades se puedan desarrollar al máximo. El desarrollo de la psicomotricidad debe ocupar los objetivos y contenidos curriculares del diseño curricular para así conseguir el gran objetivo de la educación infantil: el desarrollo integral del niño. La psicomotricidad permite al niño y niña explorar e investigar, superar y transformar situaciones de conflicto, relacionarse con los demás, disfrutar del juego en grupo y expresarse con libertad.

Los trastornos psicomotores son alteraciones del neurodesarrollo que afectan a la adaptación perceptivomotora  del individuo. Las etiologías son multifactoriales y transaccionales, y asocian factores genéticos, neurobiológicos y psicosociales que actúan en distintos niveles de complementariedad y de expresión. Los trastornos psicomotores, tal como aparecen en el niño, son a menudo discretos y requieren, además de un  conocimiento profundo del desarrollo normal, investigaciones específicas y la práctica de un examen psicomotor. ¿Qué tipos de trastorno de problemas de psicomotricidad en niños hay? Existen multitud de trastornos diferentes dentro de los problemas de psicomotricidad en niños. Además, la manifestación y los síntomas de cada uno de ellos puede variar en cada caso en concreto; por este motivo, cualquier clasificación que se realice no es sino un simple ejercicio orientativo. - Debilidad motriz. Se trata de casos en los que predominan torpeza de movimientos, la dificultad para

La psicomotricidad favorece la salud física y psíquica del niño, por tratarse de una técnica que le ayuda a dominar de una forma sana su movimiento corporal, mejorando su relación y comunicación con el mundo que le rodea. A través de la psicomotricidad se pretende que el niño y niña al tiempo que se divierte, también desarrolle y perfeccione todas sus habilidades motrices básicas y específicas. Además le ayuda a potenciar la socialización con personas de su misma edad y fomente lo anteriormente expuesto. La psicomotricidad supone para los niños y niñas una diversión segura porque es una técnica que por intervención corporal, trata de potenciar, instaurar y reeducar o potenciar la globalidad de la persona, como son aspectos motores, cognitivos y afectivos.

Edad: 3 a 6 años Actividad: Circuito con aros Para esta actividad se necesita huellas de colores y aros. La maestra o los padres puede ubicar las huellas de formas distintas: unos adentro de los aros y otros afuera. El niño tiene que seguir la secuencia que indica los pies saltando de un aro a otro. Edad: 4 a 6 años     Actividad: Seguir líneas La maestra o padres con cinta adhesiva puede crea distintos tipos de líneas. Con equilibrio los niños tendrán que caminar sobre estas líneas. El objetivo es que lo hagan de forma precisa sin salirse de éstas. Edad: 2 a 4 años Actividad: Huellas Esta actividad consiste en que los padres o la maestra con cartulinas de colores cree huellas grandes y las coloque en el suelo. Los niños deben caminar por las huellas y les ayudara a mejorar el equilibrio y su coordinación. La actividad se puede empezar haciendo un circuito de poca dificultad y cuando vaya superando las pruebas ir poniendo más dificultad. Se pueden crear tantas combinaciones como se q

Edad: 3 a 6 años. Actividad: Colorear Esta actividad permite desarrollar la motricidad fina, la creatividad y el seguimiento de consignas. Los niños pueden colorear con distintos materiales, por ejemplo lápices de colores y crayolas, igualmente pueden colorear libremente o colorear un dibujo que lleve la maestra. Esta actividad a yuda a entrenar el aislamiento de la muñeca y el brazo, además de la estabilidad de la muñeca. Edad: 3 a 6 años Actividad: Jugar con plastilina   Con la plastilina, la maestra puede incentivar a los niños a realizar actividades en la que puedan aplastar, amasar, estirar, desgarrar, enrollar, construir, etc. Con esta actividad los niños estimulan la fuerza de los músculos, no solo de las manos, sino del brazo, antebrazo y aquellos que actúan sobre la muñeca.  Edad: 2 a 6 años Actividad: Construir con bloques Los niños pueden realizar construcciones con bloques, el tamaño de los bloques dependerán de la edad de los niños, ya que entre mas pequeños son los niños

Las actividades de expresión corporal y psicomotricidad van a proporcionar al educador, padres o tutores una gran cantidad de información relacionada con el desarrollo del niño en las diferentes áreas sensoriomotoras, perceptivo-cognitiva, social, emocional, etc. Por tanto, es imprescindible realizar una evaluación del desarrollo psicomotor y la expresión corporal de los niños con respecto a la evaluación inicial. El instrumento que más información proporcionará es la observación directa de los alumnos durante las propias actividades. Es importante que la observación esté estructurada y se registre la información recogida a lo largo de las diferentes actividades de psicomotricidad y expresión corporal que se realicen durante el momento. Los instrumentos para la evaluación pueden ser abiertos, en los que el educador anota libremente cuáles han sido las actividades, qué se ha observado durante la actividad, cuestiones que corresponderían con el momento evolutivo de los niños y conductas